viernes, 26 de julio de 2013

Quijotes

 
 
 
La tragedia que estamos viviendo tras el mortal accidente del tren en Galicia ha puesto de manifiesto el espíritu de "quijotes" de los españoles. Y que nadie tome el calificativo de forma peyorativa, sino todo lo contrario. Un quijote es aquél que lucha contra la injusticia e incluso pone en riesgo su vida para reivindicar el "Derecho a la Libertad" de sus semejantes.
Lo expresa Cervantes de manera genial en la mejor novela jamás escrita, por boca de su héroe:

"La Libertad, querido Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los
hombres dieron los cielos. Con ella no pueden igualarse los tesoros
que encierra la tierra ni el mar encubre;
por la Libertad se puede y se debe aventurar la vida".

Esa Libertad de actuar es la que han puesto en marcha los miles de personas que no han pensado ni un segundo y han colapsado los hospitales para donar sangre para las víctimas del accidente.

"Según datos de la Consejería de Sanidad de la Xunta, en solo una noche se recibieron suficientes bolsas para realizar 2.000 operaciones quirúrgicas. Personal sanitario de toda Galicia que estaba de vacaciones se incorporó de inmediato a hospitales y centros de atención continuada para colaborar en la asistencia". (Diario El País).

A muchos celadores, enfermeras y médicos de hospitales relacionados, tuvieron que obligarles a irse a sus casas, porque querían doblar sus turnos para seguir ayudando. (El protocolo no permite trabajar dos turnos. Están obligados a descansar).

"Hosteleros y taxistas de Santiago recogen a familiares de las víctimas sin cobrar un euro". (Diario El País).

La heroicidad de los vecinos de Angrois, --una barriada poco conocida a las afueras de Santiago--, nada tiene que ver con tendencias políticas ni con acrónimos partidistas.

Parece ser que tiene que haber una desgracia para que nos demos cuenta de que los héroes somos nosotros; los del día a día, los quijotes sin ideología. Aquellos que no saben cómo "ahorrar" 40 millones en Suiza siendo un simple tesorero y que tampoco saben cómo desviar el dinero de los ERE de los obreros que han perdido su Derecho al trabajo, al bolsillo de sindicatos y de políticos cocainómanos.

Pero cuidado:

También somos los mismos que vamos a votar y que históricamente cuando nos han "tocado los huevos" y encima han apretado, nos hemos unido contra la injusticia, la adversidad o el "felón". Y ahora mismo, haberlos haylos. Y en exceso.

Un fuerte abrazo para todos aquellos afectados por ésta terrible desgracia y aunque yo no rezo, mi más profundo recuerdo para las víctimas.