domingo, 19 de septiembre de 2010

Las ratas abandonan el barco






Diversos estudios han llegado a la conclusión de que los animales tienen una sensibilidad especial para detectar fenómenos naturales.
Se han dado casos extraordinarios, como aquél en el que un perro acompañaba cada día a su dueño al bar a la hora de la partida y se quedaba acurrucado debajo de la mesa sin moverse hasta que la partida terminaba y volvían a casa.
Un día al llegar al bar, el perro hizo lo mismo: se acurrucó debajo de la mesa en la que estaba jugando su dueño y se dispuso a echar su "siesta" diaria.
Pero a los 5 minutos, el perro comenzó a morder la pierna de su dueño y a intentar arrastrarle hacia la puerta del bar.
Fue tanta su insistencia que el dueño tuvo que dejar la partida y se dirigió a la calle. El perro continuaba obligándole a que le siguiera y en ese momento, un terremoto hizo que se desplomara el bar y los edificios colindantes.
El chucho le había salvado la vida.

Otro ejemplo claro está en los barcos.
En las bodegas las ratas suelen hacer vida a costa de los restos de trigo, cebada u otros artículos que puedan resultar comestibles.
Pero si en un momento dado se produce una fuga de agua en el barco, las ratas salen despavoridas hacia la cubierta y no dudan en saltar al agua.

Sirva éste último ejemplo para ilustrar lo que yo estoy viviendo con la banca en España.

La crisis financiera que nos acosa ha sido provocada por la apertura desmesurada del crédito hipotecario.
Los bancos daban créditos hipotecarios a personas cuya única solvencia consistía en la vivienda que iban a comprar.
La tasación la hacían los propios bancos, la sobrevaloraban y concedían incluso el 100% del valor tasado.
La hecatombe surgió cuando los tipos de interés subieron exponencialmente y una cuota de 300 € al mes se convirtió en un año en una cuota de 500 € mensuales.

Como los sueldos no habían subido en la misma proporción, la gente comenzó a endeudarse con las tarjetas de crédito y los préstamos personales, esperando la mejoría que nunca llegó.
Los bancos empezaron a encontrarse con una cartera inmobiliaria superior a la de muchas empresas del sector y se encendieron las alarmas.

Ellos saben que la vivienda está inflada en un 40 ó 50 por ciento, porque ellos fueron los que tasaron esas viviendas y al necesitar liquidez lo que han hecho ha sido poner a la venta todos esos inmuebles a precios reales de mercado, es decir, a un 40% más barato que el precio de venta inicial.

Si usted, estimado lector quiere comprar una vivienda, no vaya a una inmobiliaria: vaya a un banco.
Conseguirá mejor precio y mejores condiciones que en una empresa privada del sector inmobiliario.
Ésta competencia desleal, está dejando al sector recoger las migajas de las ventas, porque está claro que ante pagar 100 o pagar 60, la elección es sencilla.

Pero no crea usted que los bancos están perdiendo ese 40% para conseguir colocar esas casas cuanto antes, no. Nada más lejos de la realidad, porque a la persona a la que embargaron esa casa le descuentan de su deuda el importe por el que venden ahora y el antiguo propietario sigue debiendo al banco la diferencia, es decir, se queda sin casa y sigue pagando.
Un negocio redondo, porque nunca pierden.

Otra cosa sería hablar de las Cajas de Ahorro, las cuales, por Ley, deben revertir sus ganancias a Obras Sociales, pero que en el maremagnum creado por la famosa "burbuja inmobiliaria", se dedicaron a invertir en ladrillo dejando de lado su función social. Había que conseguir liquidez para pagar a los partidos que las dirigían y a sus numerosos directivos y asesores políticos. Una ruina, vamos.

La solución que se le ocurrió al Gobierno que nos ha tocado sufrir fue, poner a disposición de los bancos un fondo de 80 mil millones de euros para reforzar su liquidez. (No lo pongo en cifra, porque tantos ceros, me asustan).

Pero nuestros bancos no utilizaron ni un solo euro de ese fondo. No lo necesitaban.
Tienen el inmueble, dos deudores por el mismo y la connivencia del Gobierno. Un gran chollo para poder dormir tranquilos apoyados en la coyuntura del país.

Los partidos políticos mantienen deudas multimillonarias con los bancos de nuestro país, que son quienes financian sus guerras electorales y sus obras faraónicas dedicadas la mayor parte de las veces a querer ser más que el vecino sin preocuparse de la utilidad pública de las mismas.
Por eso los bancos están relativamente tranquilos; ni los unos ni los otros pueden levantarles la voz a los bancos, porque si lo hacen les mandarán callar recordándoles la deuda.

Pero la Política Económica del Gobierno de ZP les está poniendo los pelos de punta, porque aparte de ser ineficaz, es claramente torticera y propia de un "iluminado" que vá dando bandazos de lado a lado de la senda marcada por la lógica de las matemáticas.

Aquél que dijo: "vamos a conseguir el pleno empleo en ésta legislatura".
O aquello de: "Estamos en los primeros puestos de la Champions mundial y vamos a superar a Francia en dos años".
O lo de: "el que diga que hay una crisis es catastrofista y anti-español".
O más recientemente: "los parados que están en cursos de formación están trabajando para España".

Ese, que lleva perdidos ya 3 años esperando que las cosas se resuelvan por sí solas, tiene a los banqueros españoles muy preocupados.

Tanto, que su línea de negocio ha pasado de estar en nuestro país a diversificarse por el mundo.
Por ejemplo, La Caixa pasó de la noche al día de cobrar cero euros por una tarjeta de débito a pasar un cargo de 45 euros de cuota anual.
Por un Visa Oro que era gratuita, pasó a cobrar 90 euros anuales.
Así, porque sí, de un plumazo ingresaban unos 200 millones de euros.
El BBVA con esos ingresos "atípicos", pasa a patrocinar a la NBA en los EE.UU.
Es una manera de darse a conocer para acceder a una segunda fase: la obra pública americana.

El Presidente Obama, -que tampoco parece ninguna lumbrera-, está mejor asesorado que el nuestro o al menos, hace más caso a los que saben de números y ha hecho lo siguiente:
Destinar 600 mil millones de dólares para mejorar las infraestructuras del país. Una manera de fomentar el empleo.
Es lo contrario de lo que se ha hecho aquí. El Ministerio de Fomento ha recortado la obra pública y el Gobierno en vez de apoyar al ciudadano y procurar que los bancos no se aprovechen de la situación, calla y otorga.

El banco Santander ha comprado 300 oficinas del RSB en Reino Unido y ahora ha comprado el tercer banco polaco.
¿Por qué compran en el extranjero?. Muy fácil: el I.V.A. lo cargan a su devolución y el gasto en el impuesto de sociedades les renta mucho más.

Cuando Telefónica compró la parte de VIVO (Brasil), lo compró a la empresa de Telefonía de Portugal (C.E.E.). El I.V.A. a desgravar y la factura, lo mismo, pero al ser una empresa de Brasil, su facturación no repercute en Europa ni en el I.V.A. pero el gasto, sí. Ingeniería Económica, al más bajo nivel.

La solución del Gobierno para intentar que los bancos aporten más a la economía nacional ha sido lo mismo que si intentamos matar elefantes con tirachinas: poner un impuesto a la banca, para recaudar dinero... ¡¡el Gobierno!!

Si todos esos millones que se han generado de un día para otro, -alegalmente-, con las cuotas de las tarjetas se hubieran quedado en las cuentas de los clientes, ese dinero se habría movido entre el comercio nacional, que falta está de dinero. De ésta manera, el banco se ha quedado con ese dinero y no volverá a ver el sol aquí, pero seguirá generando beneficios al banco en otros países e incrementará el gasto por I.V.A. del pobrecito banco. Al final, la declaración les saldrá a devolver.

No debemos olvidar que los bancos son empresas privadas que tienen que generar beneficios y están en su derecho de buscarlos en el país que les apetezca, pero lo que no se puede consentir es que se aprovechen de los ciudadanos con el amén del Gobierno de turno, sea de los unos o sea de los otros.


Primero hiceron una restructuración de plantillas que nos costó a los españoles miles de millones de las añoradas pesetas. Personas con 55 años pasaron a estar pre-jubiladas y la mayor parte se la comió el contribuyente, aparte de la barbaridad que supone dejar sin utilizar a una mayoría que tiene experiencia y que está preparada.
Las oficinas pasaron a tener la mitad, (o menos), de empleados y las colas para pasar por caja son ahora, algo normal. Una gestión de 5 minutos de los de antes, ahora se te pone en 45 minutos como mínimo.
Se basaron en que los cajeros automáticos cumplen esas funciones y no se iba a notar la falta de personal.
Pero resulta que los cajeros ahora te cobran comisión en cuanto te descuidas. Más ganancia por guardar el dinero de sus clientes.

Y a todo esto, los Sindicatos, callados. Nada que objetar.
Ahora quieren que paremos el país para protestar por la política del innombrable, que dicho sea de paso, era su máximo aliado hasta hace 4 días.
Si dejando de trabajar vamos a conseguir mejorar la economía, que me expliquen ese milagro, porque yo, creo que es al contrario.

Por eso, ahora que veo que los bancos españoles están posicionándose en Marruecos, EE.UU., Polonia, Reino Unido, etcétera, me viene a la memoria una estampida de ratas saltando por la borda del barco. Yo, por si acaso, me pondría el chaleco salvavidas.

¿Y usted?

sábado, 4 de septiembre de 2010

Lo mal hecho... mal acaba







Llevamos 31 años de democracia y ahora empezamos a darnos cuenta de los errores cometidos.
Lo malo es, que esos errores son cíclicos y parece ser que somos tan brutos que no aprendemos ni a base de palos.
Hagamos un balance de lo ocurrido.

Comenzamos con un gobierno llamado de centro, con un partido que se llamó UCD, que significaba Unión de Centro Democrático y que lideraba un señor llamado Adolfo Suárez.
Su pasado franquista alarmaba a los recién legalizados partidos de izquierdas y la transición se convirtió en una continua pelea por ocupar cada uno su puesto en la sociedad.

El "marrón" que se comió el señor Suárez fué de padre y muy señor mío, porque al legalizar al Partido Comunista las fuerzas de la derecha le excomulgaron "a perpetuam", mientras que las fuerzas de izquierdas ganaron mucho peso específico.
En éste escenario tan belicoso, fué capaz de hacer ver al pueblo español que si queríamos emprender un camino democrático nos teníamos que dejar de rencillas atrasadas y caducas y nos teníamos que poner a remar todos en la misma dirección.
Y a fé que lo consiguió, aunque al final se le pagó con mierda y un Ducado, es decir, más mierda.

Después llegó el PSOE con sus chaquetas de pana con coderas y un Felipe González iluminado por su "Pepito Grillo" particular, el inefable Alfonso Guerra.

Su odio visceral hacia el capitalismo Yanqui y su "NO a la OTAN" les hicieron ganar las elecciones, pero al llegar al púlpito se dieron cuenta de la incongruencia de su mensaje y tuvieron que dar marcha atrás y nos metieron en la OTAN por decreto y sin la famosa consulta popular que habían pregonado.
La corrupción llegó a niveles extremos, desconocidos incluso en tiempos del franquismo y tras miles de casos que llegaron incluso a destapar que el hermano de Alfonso Guerra tenía un despacho en la Junta de Andalucía para hacer "favores pagados", el pueblo, desencantado, acabó votando a la derecha.
Para llegar a éste extremo tuvimos que esperar 14 años y sufrir innumerables vejaciones contra la lógica y la razón, como fué el caso Rumasa, o aquella otra por la cual un obrero que fuera al paro podía pedir que le dieran todo el dinero junto y así poder crear su propia empresa.
Esa completa estupidez social y económica todavía la estamos sufriendo, porque lo que ocurrió fué lo siguiente:
El obrero se iba de la empresa, creaba una nueva empresa y se ponía a hacer la competencia a su anterior patrón, bajando los precios y dinamitando el mercado.
Por supuesto, las grandes empresas, encantadas, porque ahora podían tener los mismos trabajos a menor precio.
El 80% de esos "nuevos empresarios" que habían salido del dinero del paro se fueron a la ruina, porque como ya dije otras veces, ser empresario es un oficio, lo mismo que ser albañil y de la misma forma que no hay tantos buenos albañiles, no hay tantos buenos empresarios y los unos sin los otros, no sirven de nada.
Ahora estamos recogiendo los lodos que produjeron aquellas lluvias y que se han estado manteniendo a base de perder dinero y con la burbuja de la construcción.

Pero sigamos con la Historia.

Tras el fiasco del PSOE, la derecha llegó al poder, con un discurso salvador apoyado en la "Gran cagada" que había supuesto el ver que de socialismo, nada, sino que la corrupción era cosa de todos y que el dinero y el poder corrompe hasta al más pintado.

Llegó Aznar y se encontró con las arcas vacías, pero encontró una rápida solución:
Vender las empresas del Estado para hacer caja.

Telefónica era una empresa boyante, porque al ser un monopolio ya sería la hostia que no ganara dinero. Los españoles pagábamos las infraestructuras y luego pagábamos por usarlas. Un chollo, vamos.
También vendió Iberia, otro monopolio igual al anterior y otro chollo para posibles compradores. Se privatizó Tabacalera, otro monopolio, lo mismo que Endesa. Privatizó los aeropuertos creando Aldeasa... etcétera, etcétera.

Lo curioso del caso fué que todas esas empresas que llenaban las arcas del Estado, fueron a parar a manos de amigos de Jose Mari.

Aún así, tuvieron la suerte de pillar la época de "vacas gordas" y tras subirse al carro, hicieron grandes fortunas ellos y sus amiguetes.
Los famosos "Albertos" y otros de la misma cuerda, hicieron grandes "negocios" al soslayo del PP.

Y entonces llegó el cataclismo. El PP perdió unas elecciones que ellos creían ganadas de calle y a los españoles nos tocó la lotería: Zapatero.

El Secretario General del PSOE recién elegido por un exiguo margen en detrimento de Pepe Bono, se encontró de repente sentado en un sillón que le resultaba grande y extraño.

Como los peperos no pensaban que iban a perder, no pudieron vaciar las arcas del Estado y le dejaron a ZP las cuentas saneadas que tenían preparadas para ellos mismos.

Pero ya se encargaría Zapatero de que eso no quedara así.

La política económica del actual Presidente ha sido tan nefasta que tras dilapidar todo lo que teníamos, ha conseguido, (no sin esfuerzo), que tengamos el mayor déficit de la Historia de España. Ni en tiempos de los Reyes Católicos, con guerras contra los moros y un continente entero por descubrir, estuvo España tan mal.

Volvió a ganar unas segundas elecciones, bajo la premisa electoral de que estábamos en la Champions del mundo-mundial en cuanto a Economía y afirmando a diestro y siniestro que no existía ninguna crisis económica mundial, pero que si así fuera, España estaba preparada para asumirla y superarla mejor que cualquier otro país.

Creó Ministerios estúpidos. Se rodeó de asesores inútiles a los que no hizo caso. Insultó a los americanos en su cara al negar el saludo a su estandarte nacional y después perdió el culo para ir a fotografiarse con Obama. Patético.

Ahora tenemos más de 4 millones de parados, pero eso no es lo peor. No.
Resulta que de los que tienen trabajo, el 40% son funcionarios de la Administración o de las Autonomías. Y eso es alarmante.

Pues bien, en las próximas elecciones ganará el PP, porque no queda otra y el PSOE tendrá que volver a otra época oscura y como tampoco son los peperos nada del otro jueves, al encontrar la caja vacía tendrán que buscar recursos.
¿Qué nos queda por vender?; me imagino que poco, pero de lo que estoy convencido es de que tanto unos como otros, seguirán cobrando sueldos de ejecutivo de alto standing y dietas cuantiosas.

Pero eso sí, nuestro país seguirá dividido entre PSOE y PP y seguiremos yendo a votar un 40% de los españolitos, que curiosamente es el mismo porcentaje de funcionarios trabajando para las administraciones.

Y es que ya lo dijo el filósofo: "cada cual tiene lo que se merece".

Pues nosotros estamos haciendo merecimientos para volver a la peseta, al 600, la tortilla de patata y los filetes empanados en tartera.

Que nos aproveche.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Imbéciles o Desmemoriados





Parece ser que la actual crisis económica aparte de habernos dejado sin dinero también nos ha dejado sin memoria a muchos españoles.

Los mal llamados partidos "nacionalistas", - léase vascos y catalanes -, pretenden reivindicar que la caja de la seguridad social debería dividirse por comunidades, para que no paguen los que más ingresos generan el desempleo de las zonas que menos generan.

Esto quiere decir que si en Canarias los impuestos no pueden mantener el gasto que supone el paro, los catalanes y los vascos no tienen porqué aportar dinero para paliar ese déficit.

Conviene recordar a los que así piensan cuál es el origen de sus ingresos y el porqué de los mismos.

Si Catalunya tiene la Seat no es porque los catalanes hayan aportado más dinero para que se instalara esa fábrica en su territorio, sino por los réditos políticos de una guerra civil.

Los famosos Altos Hornos de Vizcaya que tanto dinero ha costado al Estado español no se financiaban con el dinero que se generaba en Bilbao, sino con el dinero de todos los españoles.

Esas fábricas se llenaban con trabajadores llegados de todo el territorio patrio y así, andaluces, extremeños, aragoneses y demás españolitos que se morían de hambre por no tener industria en su región, acabaron emigrando a esos territorios y dejando el lomo en turnos de 12 horas para que al final sus hijos pudieran tener una vida y unos estudios decentes.

Ahora resulta que el aeropuerto de Barcelona se ha construído con los impuestos de la familia "catalana" del Sr. Montilla, que curiosamente es de Jaén.

Me vienen a la memoria esos campos de trigo de Castilla de mi juventud, que producían el grano para que en Catalunya y en Bilbao tuvieran el pan al mismo precio que en Burgos.

O los puertos pesqueros de Cantabria, que suministraban de sardinas, marisco, bonito y otros pescados a Valladolid, Palencia o Logroño.

Recuerdo esas furgonetas cargando pescado en Santoña y luego salían a repartir esas cajas de madera con hielo por todos los pueblos de Castilla.

Ahora que la famosa "globalización" nos permite comer productos de cualquier parte del mundo a tiempo real, parece ser que a esos salvadores de pacotilla se les llena la boca pregonando que ellos son los que mantienen a éste país con sus impuestos, callando las prebendas que durante décadas les han permitido tener un nivel de vida superior por el mero hecho de que una dictadura trasladó a sus lares toda la industria que se creaba en el país.

Si al menos ellos hubieran mantenido esa industria, tendríamos un punto de apoyo para poder discutir, pero tanto vascos como catalanes, sin esa masiva inmigración y sin el apoyo del país entero, no hubieran podido mantener nada de eso.

Cuando un obrero en Catalunya o en el País Vasco cobraba 100.000 pesetas, en Cantabria, a 90 kilómetros, el mismo obrero cobraba 45.000 pesetas. Por eso los vascos llenaban las carreteras los viernes a mediodía para ir de fin de semana a sus "casas de campo" en Burgos, Cantabria y La Rioja. Es curioso que la mayoría no se quedaran en Bibao.

Dice un refrán que "no hay peor cuña que la de la propia madera" y parece ser que como siempre, el refranero es sabio, porque Montilla es de madera andaluza, de la cual parece que ha renegado. Habrá que mirar de dónde proceden los que piensan como él en el PNV.

Sus padres y sus hermanos tienen todo el derecho a ser catalanes porque han vivido allí y parece ser que sin ellos, Catalunya nunca hubiera podido llegar a lo que ahora es. Estoy totalmente de acuerdo. Sin todos esos extremeños, andaluces y aragoneses, - como los Carod -, Catalunya y el País Vasco nunca hubieran podido llenar esas fábricas y esas carreteras que pagamos en su día todos los españolitos y nunca hubieran podido llegar a tener ese status económico del que ahora pueden presumir.

Pero lo preocupante del caso no son estos desmemoriados, sino que parece ser que el Gobierno que nos ha tocado sufrir está por la labor de reconocerles "su" razón porque siguen pensando que los demás somos imbéciles.

Estoy de acuerdo con los que piensan que en España hay mucha ignorancia y mucha falta de cultura, pero de ahí a pensar que la mayoría somos imbéciles, discrepo.

De acuerdo en que hay muchas bocas agradecidas que le deben mucho al PP y al PSOE y que hay un 40% de personas con trabajo que son funcionarios y que tienen mucho que callar y están obligados a votar a quienes les mantienen, pero tampoco la mayoría de esos son imbéciles. Me rebelo.

Cuando el PSOE o las urnas acaben con Zapatero y los ineptos que han creado el mayor agujero "negro" de la democracia en España, espero que a todos nos haya servido de lección para valorar que un líder político además de saber prometer, tiene que cumplir al menos alguna de sus promesas y que si no lo hace, es un mentiroso o un incompetente.

Pero por el momento lo único que interesa es aferrarse al sillón, aunque para ello tenga que ceder ante presiones de Nacional Socialistas, sectarios o de cualquiera que pueda mantenerle con su voto.

Al país que le zurzan. Lo que me interesa soy yo, después yo y más tarde, el que venga detrás, que arree.

Nos va a costar mucho volver a tener un espíritu basado en la comunidad y en el rechazo al separatismo que se produjo con el de las "Dos Españas", pero la lógica acabará imponiéndose, aunque puede que tarde más de lo que fuera de esperar en una sociedad de personas maduras y preocupadas de conseguir por sus medios lo que hasta hace poco se conseguía de manera fácil: trincando y pisando al de al lado.

Parece mentira, pero Zapatero y sus mariachis están haciendo bueno a Aznar y encima sale Blair diciendo en su libro auto-biográfico que el ex-presidente era un negociador duro que conseguía lo mejor para España.

Manda huevos, como dijo el otro. Echar de menos a Aznar, que como ya dije en uno de mis posts anteriores, su mejor idea fué vender las empresas del Estado a sus colegas por 4 duros para llenar las arcas...

* (A quien le interese, puede leer el post titulado AZ).


Pero por terminar tal y como titulaba yo el post actual, esos imbéciles o desmemoriados que pretenden que la falta de industria y empresas estatales de regiones desfavorecidas la paguen esas mismas regiones, habrá que decirles que los imbéciles son ellos; de alguna manera, con los votos o con las "botas", dándoles una patada en el culo y mandándoles a donde deben estar: al ostracismo.

Lo dijo un profesional de la estrategia: "La mejor defensa es un buen ataque".

Pues a ver si el pueblo español comienza a defenderse de todos estos imbéciles y desmemoriados, porque si no cogemos el "toro por los cuernos", tendremos que seguir corriendo delante del morlaco y se nos acabarán las fuerzas y nos pillará.

( ¡Huy, perdón, que los toros están prohibidos. Como se entere Carod Rovira, me multa por españolista! ).


*** Un consejo: Lean al Maestro Mingote en sus viñetas de ABC. Reírse y asentir será todo uno.