La muerte de Vicente Ferrer me trae a la memoria la definición espiritual de Dios.
Si Dios es un espíritu, desde ayer es menos denso.
La humanidad ha perdido una de las piezas más importantes de su sustento y la divinidad a su mejor representante.
Un ser humano de los pocos que se preocupaban por mantener la unidad entre el género.
Una de esas poquísimas personas que no se preocupan de lo que tienen, sino de lo que pueden dar. El símil lo hizo célebre JFK cuando dijo aquello de : "No pienses en lo que tu país puede darte, sino en lo que tú le puedes dar a tu país".
Estoy triste, pero al mismo tiempo creo que se merecía descansar de todos nosotros.
Descansar de ver tanta injusticia imponderable. De tanta violencia que sólo atrae violencia. De tanta avaricia que provoca muerte.
Vicente Ferrer descansa no sé donde, pero seguro que si existiera el cielo, tendría un lugar privilegiado, con las mejores vistas y aire sin viciar. Y si existe el paraíso del Islam, le habrán recibido con una fiesta clamorosa.
Para que luego digan que los catalanes son tacaños .... jejejeje.
Desde luego, cuando sale uno espléndido, se pasa de la raya.
Vicente Ferrer deja un legado de bondad, de entrega hacia los demás, de ayuda y de entendimiento tras de sí, que ya quisieran el 99% de Jefes de Estado, Cardenales o mil-millonarios en general.
Siento una envidia malsana cuando veo que hay gente tan extraordinaria y que yo nunca le podré llegar a la suela del zapato a héroes de ésta magnitud.
Sólo me queda ayudar con lo que está en mi mano, el pobre e insano dinero, para que la esposa e hijos de Vicente Ferrer puedan continuar alimentando la maquinaria que él engrasaba diariamente con su trabajo.
Desde estas líneas quiero enviar un abrazo a todas las gentes de buena voluntad, sean cristianos, budistas, islamistas o ateos, porque ese abrazo le llegará a Vicente Ferrer, que nunca discriminó a las personas por sus creencias ni por su status social.
¡¡¡ QUE VIVA VICENTE FERRER !!!
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