miércoles, 4 de marzo de 2009
Educación Básica
Estaba yo cenando en uno de esos restaurantes que están de moda y que sabes que no te va a gustar, pero también sabes que si no llevas a tu pareja, lo lamentarás varios días, cuando en la mesa de enfrente había dos parejas de unos treinta años, vestidos para la ocasión. Ellas, con traje de noche, que parecían venir del "Mira quién baila" y ellos con trajes de los que "brillan", de esos de 800 € y pelo engominado.
No soy muy dado a hacer caso de lo que hacen los demás, debido a mi carácter, cada día más asocial, pero cuando los de al lado, en vez de hablar gritan, no te queda por menos que atender al motivo de la jarana.
No puedo decir de lo que hablaban, puesto que no me enteré, ya que hablaban todos al tiempo, pero en lo que me fijé fué en que hablaban con la boca llena y uno de ellos, chupaba la salsa que le había quedado en el cuchillo.
La actitud con el camarero era una relación esclavo-amo y parecía como si los demás comensales no existiéramos.
Ésta situación me trasladó mentalmente a una cena en la que estábamos tres personas en EE.UU.
Dos éramos españoles y el tercero era un americano con el título de piloto de aviación comercial.
Había hecho yo la típica tortilla de patata y unas croquetas de jamón, caseras, que me salen muy bien.
Cuando puse la comida en la mesa, el americano se lanzó, literalmente, sobre las croquetas, agarrando tres con la mano y poniéndolas en su plato, al tiempo que tomaba un pedazo de tortilla.
Mi amigo, avergonzado, le recriminó su postura, a lo cual, el americano, respondió:
"Perdona, pero es que nadie me enseñó comportamiento en la mesa. Mis padres se separaron y mi madre me traía comida congelada cada 15 días, la metía en el congelador y se marchaba".
Tanto mi amigo como yo, nos quedamos de piedra, porque el tío lo decía de todo corazón.
Eran los primeros años 80 y en España teníamos la impresión de que América era la panacea y que el sistema americano, de hacer especialistas en cada oficio, era mucho mejor que el nuestro.
¿Para qué quiero yo aprender Geografía si quiero ser veterinario?.
Pues bien. Creo que lo hemos logrado.
La educación y el respeto han bajado hasta cotas que envidiarían los americanos más irreverentes.
El usted ya es un signo de debilidad, de acatamiento.
Los estudiantes, quieren que los planes de estudio sean aprobados por el consejo de estudiantes.
Pronto querrán conocer las preguntas de los exámenes.
No dudo que habrá muchachas y muchachos de 18 años, que sean muy responsables, que sepan que la carrera hay que estudiarla, no sólo aprobarla de cualquier manera y que pretenden salir lo mejor preparados posible. No lo dudo.
Pero son los menos.
Todos los que hemos tenido 18 años, sabemos que es una edad para disfrutar de la vida y en la cual te planteas todo al momento. El futuro ... ya llegará.
Me parece que hemos educado a una generación para que aprenda a ganar dinero de cualquier manera, para poder comprar trajes caros y comer en sitios de moda.
Pero se nos olvidó enseñarles a comer.
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