lunes, 6 de abril de 2009

El zapatero de Carmen Amaya



Estaba haciendo zapping en televisión y encontré unas imágenes que tendrán unos 60 años más que menos.
Era la bailarina Carmen Amaya, en una de sus películas.
Inmediatamente me vino a la memoria lo que mi padre me contó en cantidad de ocasiones.
En Santander vivía un hombre, de nombre Alejandro y de apellido Martín, que era quien le hacía los zapatos de baile a Carmen Amaya.
Don Alejandro era una de las mejores personas que yo he conocido, por no decir la mejor.
Era un hombre tranquilo, pausado al hablar, emotivo; y tocaba la guitarra de tal manera, que te hacía ver lo fácil que era ser un fenómeno y al mismo tiempo, no darse ninguna importancia.
Me contaba mi padre, (que cantaba pocas veces, pero muy bien), las fiestas improvisadas que se montaban en casa de los Martín.
Era caerse un plato al suelo y sonar una nota. Ya estaban Carminín, Julita, y compañía, bailando. Don Alejandro a la guitarra, mi padre y los demás cantando y la esposa de Don Alejandro, la señora Carmen, aguantando a la prole y viendo cómo dar de comer a todos.
Todo ello sin un duro; pero no hacía falta.
El dinero, como no lo veían casi nunca, no lo echaban en falta.
El hijo de Don Alejandro, Jandrín, salió a su padre.
Es un guitarrista extraordinario, tiene un carácter envidiable, pero la suerte no le ha acompañado.
Quizás por los tiempos que hemos vivido, en los cuales el dinero ha corrido más y al no estar acostumbrado a verlo, no lo supo en su momento guardar.
Pero es que eso no fué lo que vió en su casa. Allí no se guardaba nada. Todo era de todos.
No es que yo crea que éste blog sirva para mucho, pero dentro de mi corazón y en mi memoria, siempre he envidiado a ese hombre bueno, que una vez me hizo unos zapatos a medida, que todavía conservo; de "tafetán", como él me dijo y que yo, no sabía ni lo que era, pero que si Don Alejandro lo decía, serían lo mejor de lo mejor.
Echo de menos a esa gente buena, esas juergas sanas, esas "cantadas" junto a grandes de la guitarra y por los bares.
Por eso quiero dejar un recuerdo de un Don Nadie, para ese hombre bueno, que a pesar de que hace muchos años que murió, le sigue queriendo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

HOLA SOY JULITA DESDE MEXICO, ME LLEVE UNA SORPRESA MUY GRANDE AGRADABLE Y BONITA POR EL COMENTARIO QUE PUSISTE EN INTERNET HABLANDO DE MI PADRE ALEJANDRO MARTIN, DE CARMEN AMAYA DE MIS HEMANAS Y DE MI HERMANO EL GRAN GUITARRISTA DE FLAMENCO ALEJANDRO MARTIN, CON UNA ALEGRIA MUY GRANDE SIEMPRE RECORDAMOS A TUS PADRES Y A TI CON MUCHO CARIÑO CON UN ABRAZO MUY FUERTE Y MUCHOS BESOS NUNCA OS OLVIDA JULITA MARTIN DESDE MEXICO.

Daemon dijo...

Me alegran muchísimo tus palabras y ya sabes que desde aquí también se os quiere.
Ese recuerdo hacia un hombre bueno y su extraordinaria familia me vinieron a la memoria tras ver un reportaje en televisión y por ello quise reflejarlo.
Siempre estareis todos vosotros en nuestro corazón.
Un beso fuerte.