jueves, 6 de agosto de 2009

Obras públicas





Acabamos de desayunarnos con la noticia de que en Palma de Mallorca han hecho un velódromo que estaba presupuestado en 45 millones de euros y al final ha costado 86 millones. Casi el doble.
Yo no sé porqué ponen el grito en el cielo, puesto que esa es la base para hacer las obras públicas en nuestro país.

He trabajado en el sector y la cosa funciona del modo siguiente:

Un estamento oficial, llámese Ayuntamiento, Comunidad Autónoma, Empresa Estatal, etc ... quiere hacer una obra. Por ejemplo un pabellón polideportivo.

Le encargan el proyecto a sus técnicos de plantilla, -que para eso les pagan y muy bien-, los cuales no tienen ni puñetera idea de hacer pabellones, en la mayoría de los casos.
A lo mejor son unos fenómenos haciendo carreteras, pero de pabellones ... nada de nada.

Hacen el proyecto y lo sacan a concurso, para ver quien quiere hacerlo en el precio que dicen que hay que hacerlo. Por ejemplo, los técnicos dicen que realizar el proyecto cuesta unos 40 millones de euros. Para ello han realizado un presupuesto con precios desglosados y tal y tal.

Llegan las empresas que se presentan a la obra y estudian el proyecto.
Como los técnicos que han realizado el proyecto no están especializados, los otros técnicos, los de las empresas "grandes", -llámense ACS, Dragados, FCC, etcétera-, encuentran deficiencias graves que hacen que ese proyecto no sea posible ejecutarlo porque no cumple unos determinados condicionantes.

El que detecta los fallos se calla la boca y oferta realizar la obra un 10% más barato que lo que dice el proyecto. Ellos lo harían por 36 millones.

Le adjudican la obra a la empresa y cuando firman el contrato la empresa que va a realizar la obra dice:

- "Bueno, sí, lo hacemos, pero que sepas que no se puede inaugurar, porque hay fallos en el proyecto que nos habeis remitido. Pero claro, si vosotros quereis, nosotros lo hacemos mal".

El Ayuntamiento se echa las manos a la cabeza y pregunta que cuáles son esas deficiencias.
Y ahí empieza el Vía Crucis.

- Tendremos que hacer un proyecto nuevo, porque nuestros técnicos dicen que la estructura está prevista para 2.000 personas y la ACB exige que haya plazas para 5.000. Claro que, si quereis, hacemos el pabellón pero no se podrá jugar al basket de élite.
Y claro ... si subimos el aforo, la cimentación ya no es la misma, ni la seguridad, ni la iluminación, ni otras muchas cosas. Por eso, tenemos que volver a estudiarlo.

El Ayuntamiento ante la disyuntiva de acometer una obra que antes de empezar está destinada al fracaso, habla con sus técnicos.

- A nosotros nos habeis pedido un proyecto para un pabellón de 2.000 personas, ¿no es así?. Pues ahí está. Nadie habló de jugar basket de ACB.

Como cada uno tiene "su" razón, a callar y a tragar.

La empresa presenta el nuevo proyecto y el pabellón que en principio iba a costar los 40 millones, acaba costando 85 millones.
Esto, -que es un ejemplo exagerado-, ocurre a diario en la contratación de obra pública.

Si alguien que no ha trabajado para la empresa pública cree que estoy contando un cuento, le puedo certificar al menos 7 obras que yo haya vivido en éstas circunstancias. Así que ... algo tendrá el agua cuando lo bendicen.

El Palma Arena es un pabellón polideportivo que estaba destinado a ser uno de los mejores velódromos de Europa.
Y para ello se postuló a Joan Llaneras como Director Técnico de la Instalación.

Éste tipo, el tal Llaneras, no se entiende como llega a ese puesto, ya que lo único que ha hecho por el deporte Mallorquín y por el ciclismo en pista ha sido, quedar 7 veces Campeón del Mundo y Cuatro veces Medalla Olímpica, siendo el deportista español que más medallas Olímpicas ha ganado en la Historia. Nada. Un desconocido.
Yo creo que lo mejor hubiera sido colocar a un politiquillo de uno de los partidos que sufrimos en nuestro ninguneado país.

Sigamos con el Palma Arena.

La pista la diseña un arquitecto holandés que es de los mejores diseñando pistas de velódromos. En teoría.

Manda colocar madera de pino traída de Ucrania, que parece ser que es la mejor, pero resulta que, -según el arquitecto dijo después-, se almacenó en malas condiciones y al colocarla ha quedado tan mal que la UCI, (Unión Ciclista Internacional), no les ha homologado la pista del velódromo para competiciones internacionales.

Los listones de madera no empiezan y terminan sobre las vigas que conforman la estructura de la pista. Éste es un problema que no tiene solución, excepto volver a hacer una pista nueva. Un pastón.
De nada han servido las explicaciones ofrecidas por el Govern Balear, que insiste en que hay varios velódromos construidos con la misma técnica que están homologados desde hace tiempo.
Tampoco se ha homologado la protección acristalada alrededor de la pista.

Lo curioso del caso es, que el Campeonato Mundial de Ciclismo en Pista 2007 tuvo lugar en el Velódromo Palma Arena. ¿Alguien lo entiende?.
Yo, no, porque si no cumplía para homologarlo, no podía acoger un Campeonato Mundial. Digo yo, vamos.

De hecho, las plusmarcas mundiales conseguidas en el Palma Arena se mantienen vigentes y no han sido desestimadas por haberse logrado en una instalación sin homologación. De locos.


Ayer han detenido a 5 personas relacionadas con las obras, a nivel político, todas ellas relacionadas con el PP.

Y ayer también, Plácido Domingo dió un concierto en el Palma Arena y parece ser que fué un éxito de afluencia de público.

Espero que la gente haya ido movida por lo cultural del acto y no por el morbo de ver una instalación que cualquier día acaba dinamitada por las irregularidades de 5 ó 50 desmangamazos que para llenarse el bolsillo pasan por encima de pueblos, de almas y de lo que les pongan delante.


Ojalá que el nombre del campeonísimo Joan LLaneras no se vea ensuciado por los tejemanejes de estos "trágalas" de vía estrecha.

¡¡Ánimo Joan. Nos hiciste vibrar con tus triunfos y te estaremos eternamente agradecidos por ello!!.


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