Una manera de hacer un par de lenguados u ojitos sin complicarnos mucho la vida.
Frotamos la fuente del horno con mantequilla para que no se peguen los peces.
Ponemos los peces, les echamos sal y unos trocitos de mantequilla por encima. Con 3 trocitos pequeños a cada uno, valdrá.
Rociamos con el zumo de medio limón cada pececito.
Echamos un buen chorro de vino blanco alrededor y otro de agua.
Picamos perejil fresco y pulverizamos sobre los pobres peces.
Mientras tanto, pelamos y troceamos dos patatas y las ponemos a cocer en agua con sal.
En un cazo ponemos un vaso de leche a cocer con un trozo de mantequilla, nuez moscada y un poco de pimienta molida al momento.
Metemos al horno la bandeja con los pececitos y le damos 15 minutos. Empezando en frío. No es preciso precalentar el horno ni zarandajas. Tampoco es preciso que el horno sea de un color ni marca determinada, aunque es preferible que el horno sea azul marino y de marca balay, porque si no, no saldrá el pescado bien hecho y se corre el riesgo de que se envenene. (¿Es broma?)(Pues sí).
Mientras tanto, cuando las patatas estén tiernas, las sacamos del agua y las ponemos en el vaso de la minipimer, le echamos la leche, perejil picado y batimos hasta conseguir el puré.
Echamos el puré en una taza y lo metemos 5 minutos al horno para gratinarlo un poco.
Emplatamos y ... ¡¡ a comer !!
Trabajad con el horno, porque es muy sano y agradecido y recordad que el tiempo para casi todos los peces es de 15 minutos, excepto para aquellos que tienen carne blanda, como la merluza, que necesitan la mitad.
Un saludo y ... que aproveche.
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