domingo, 27 de septiembre de 2009

La foto





La polémica que se ha desatado por la publicación de la famosa, - y ya conocida mundialmente -, foto de familia de los Rodriguez y los Obama, ha hecho correr tinta y excita píxeles por toda la geografía analógica y virtual.

Creo que eso dice mucho de lo que interesa en nuestra sociedad.

Interesa la vida de los demás. Interesa sacar defectos. Interesa el escándalo.

Siempre que leo un artículo, observo si tras la crítica se aportan soluciones a lo criticado. En caso de que el crítico no aporte soluciones, baja muchos puntos en mi escala de valoración. No es que esto vaya a defenestrar al instante al remitente, pero me vale para conocer al pájaro. Ya lo dice el refrán: "Conoce al pájaro por su cagada".

Se afirma, equivocadamente, que el deporte nacional es el fútbol, cuando en realidad lo que más se practica es: la crítica.

Criticamos al vecino. A sus hijos, a los deportistas, a los políticos, a las mujeres, a los hombres, a la iglesia católica, a los musulmanes, a los empresarios, a los obreros, a los periodistas ... y hasta a los extraterrestres: por no dejarse ver claramente, ¡coño!.

Me parece que el matrimonio Rodriguez tiene todo el derecho a preservar la intimidad de sus hijas. Por seguridad y por evitar riesgos a las niñas. Perfecto.

Pero si te vas a llevar a las niñas a conocer a Obama, tienes que saber que habrá fotógrafos para perpetuar la efeméride. Habla con tu oficina de prensa y advierte de que las niñas son tema tabú.

Hacerlo después, cuando la foto estaba colgada de la página web de la White House, es, cuando menos ... chapucero.

Lo que se ha conseguido ha sido el efecto contrario al deseado: el interés general de una sociedad curiosa y chismosa.

Es uno más de los enumerables errores graves del Presidente, aunque en éste caso su error no lo vamos a sufrir los españoles, sino sus hijas.

No deja de ser curioso que en una foto de familia con el Presidente de los EE.UU. aparezcan las niñas vestidas al estilo "Gótico", negro total, con pulseras de cuero y chinchetas en ambas muñecas y botas militares conjuntadas con vestido.
Desde luego, espero que no estemos pagando un asesor de imagen para esto.

Tampoco creo que sea cierto lo que se anda diciendo de que las hijas de los Obama no quisieron salir en la foto porque les dan miedo las brujas.

Y sobre todo ... lo que yo quería decir:

Que me importa un pimiento que las hijas de Aznar sean Ursulinas o que las hijas de Zapatero sean Góticas. De lo suyo gastan.

Lo único que me interesa es que cada uno haga su trabajo.

Esto, en el caso de Rodriguez Zapatero, lo está haciendo muy mal.
Desde luego cada vez queda menos para que se vaya, pero lo malo va a ser el destrozo que está dejando por detrás. Recomponer el trabajo nos va a costar mucho esfuerzo.

Y teniendo en cuenta que los otros tampoco son nada del otro jueves ... apaga y vámonos.

(Fué él, apagó y se fué)




No hay comentarios: