domingo, 20 de septiembre de 2009

Lubina frita






Vamos a hacer una lubina frita, para momentos en los que no te apetece poner el pescado en el horno.

Al mismo tiempo, haremos unas patatas panadera, aprovechando que tenemos el horno libre de pescados.

:)


Para hacer unas patatas panadera hay que colocar un cama de cebolla en la fuente del horno, añadir sal y azúcar, colocar encima las patatas cortadas en redondo, las salas y picas dos o tres ajos y se los echas encima.







Mojas con aceite de oliva bien las patatas y las tapas con un trozo de papel de aluminio para que no se te quemen ni los ajos ni las patatas y se cuezan bien.





En 40 minutos lo sacas y te quedan así.






Pero para darles a las patatas un poco de sabor, eché un vistazo a la nevera y en una esquina encontré una lubina de ración que me saludó muy simpática y se unió a la fiesta.

Si haces el pescado junto a las patatas, éstas se quedarán duras, porque tardan más en hacerse que el pez.

Por eso, es obligatorio poner primero las patatas y luego el pescado. Así te quedarán perfectas ambas cosas.

Para cambiar la manera de hacer la lubina, la he hecho frita, en la sartén, envuelta en un poco de harina para que no se deshaga la piel.

Primero la salas y luego la pasas por harina y la sacudes.





Así quedó el "plato único".





Para que veas que la carne de la lubina está hecha, he levantado un poco la piel.

Queda perfecta y las patatas son un manjar. La cebolla, caramelizada con el azúcar, le dá un puntito.

No es necesario que la lubina esté muy pasada, además de que el aceite no lo pongas extremadamente caliente, para que se haga bien por dentro en el tiempo de dorar la piel.


La sartén también da mucho juego, ¿no crees?.

Un saludo