martes, 23 de marzo de 2010

La Des-Unión Europea






Desde que en 1986 España entró a formar parte de la UE, las expectativas fueron muchas.

En primer lugar, la pertenencia a la OTAN había sido el principal "objeto" arrojadizo del PSOE contra UCD, con manifestaciones populares en contra y demonizando la entrada por ser una Organización apoyada por los mayores Estados capitalistas liderados por EE.UU.

Una vez que el PSOE ganó las elecciones y le tocó gobernar, la postura cambió de manera radical y lo que antes era malo, pasó a ser una obligación.

Entramos en la OTAN y Felipe González fué, durante más de una década, el defensor a ultranza de los parámetros de la Unión Europea.

Los españolitos de a pié sólo pensábamos en que podríamos comprar los Mercedes al mismo precio que en Alemania y que para ir de vacaciones ya no tendríamos que utilizar el pasaporte ni sacar visados especiales.

No era una cuestión política, sino económica y por ello los votantes del PSOE dieron por buena la "marcha atrás" de sus principios socialistas.

Se trataba de competir contra América, con la convicción de que "la Unión hace la fuerza" y el tiempo, -relativamente-, les ha dado la razón.

Digo "relativamente" porque en realidad, tras 25 años de Unión, las cosas no están como para tirar cohetes.

Tras el terremoto de Haití, hemos visto que la ciudadanía se ha volcado para intentar paliar el sufrimiento de unas gentes que antes del terremoto no tenían nada y que después del seísmo tienen menos que nada.

España ha enviado 1.000 casas prefabricadas a Haití, bomberos especializados, cuadrillas de espeleólogos con perros que buscan personas entre las ruinas, aviones con medicamentos y provisiones, casas de campaña, barcos con Hospitales de campaña, etcétera.

Alemania ha hecho otro tanto, lo mismo que Bélgica, Inglaterra, Francia y demás países de la Unión.

Creo que esto es un despilfarro estúpido, por una sencilla razón:

¿No sería más lógico que la UE tuviera una sección subvencionada por todos los países para éstas cuestiones?.

Por ejemplo, los EE. UU. no envían cargamentos desde cada Estado, sino que el Ejecutivo Federal aglutina todos los esfuerzos, los canaliza y luego envía lo que realmente se necesita.

Si la UE tuviera centralizados estos temas, cada país no tendría la necesidad de enviar aviones, personas, materiales y demás ayudas.

Enviaríamos todo lo que fuera necesario, respaldados por la Fuerza que hace la Unión.

Aparte de eso, todos ciudadanos que quisiéramos ayudar, lo podríamos hacer contribuyendo con aportaciones económicas centralizadas en ese "Cuerpo" de ayuda.

Después vino lo de Chile y... ¡¡otra vez lo mismo!!.

Ahora vienen las vacas flacas y Portugal, Italia, Grecia y Spain, que somos los P.I.G.S. europeos, seguimos sacando pecho y el Presidente del Gobierno español le dice (a quien le quiere escuchar), que España ayudará a Grecia en caso de necesitarlo.

¿Y a ti quién te ayuda, Zapatero?. Porque según tus socios europeos, hemos hecho y estamos haciendo, las cosas tan mal, que no merecemos que nadie nos ayude.

La Unión Europea es como una novela de Thomas Mann, sobre una familia que sigue caminos paralelos aunque sus apellidos sean los mismos.

Los llamados Eurodiputados son personajes que, para que no molesten en sus partidos, les premian con un puesto en Bruselas bien pagado y bien alejado. Otros son remunerados por ser amigos o familiares de los políticos de turno.

¿Que tienes una hija o un hijo que quiere entrar en política?. No te preocupes. Le hacemos Eurodiputado y así se "foguea".

Pelean por conseguir lo que su partido necesita, aunque su país necesite otra cosa.

Los Populares son una barca, los Socialistas otra, los Verdes otra y la extrema derecha, otra, las cuales reman cada una en una dirección distinta y eso provoca des-unión en vez de lo contrario.

No se puede pretender legislar igual para Grecia que para Alemania, porque los griegos no tienen la misma idiosincrasia que los teutones. Y a Dios gracias.

Pero sí que se pueden igualar las ayudas para todos los países de la Unión ante las mismas contingencias.

Es una cuestión de trabajo en equipo. Sacar el máximo rendimiento para que el equipo salga beneficiado.

A los EE.UU. llegar a eso les costó una guerra fratricida. Pero tras más de 200 años sembrando, la cosecha produjo sus frutos y sólo por esto son la primera potencia mundial.

Si seguimos ese ejemplo y aprendemos de los errores de los demás, se podrá conseguir una verdadera Unión entre Estados heterogéneos, pero ojalá no tengamos que esperar otros 200 años, porque entonces, no tendrá ningún mérito.

A todos aquellos que, como yo, creen que es posible una verdadera Unión Europea para el bien de la humanidad, les diría que dejasen de votar a partidos y que se planteen votar a las ideas, porque los partidos son empresas, que sólo piensan en su Cuenta de Resultados, sin mirar a lo que ocurre a su alrededor.

Empecemos por reclamar Listas Abiertas, para poder elegir personas, en lugar de elegir Grupos de Amiguetes que luego se ven obligados a devolver los favores a su partido por haberles encumbrado a la fama política y a la bonanza económica.

Se puede conseguir y de hecho, se conseguirá, pero espero que no tardemos demasiado en abrir los ojos.



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