Capítulo I / Introducción
“Donde se cuenta el principio y los motivos de una mal llamada Cruzada”.
Cuando mi amigo me dijo lo que pensaba hacer, no daba crédito.
Él era una persona sensata, -al menos eso creía yo hasta ese momento-, pero tras la exposición de los fundamentos de su plan, empecé a creer que había perdido la razón.
Pensaba que la única manera para poder salir de la crisis que nos oprimía era…
¡¡ Matar al Presidente del Gobierno ¡!.
Intenté disuadirle de su idea y comencé por hacerle reflexionar sobre las consecuencias que el Magnicidio acarrearía para su familia, no sin antes hacerle ver que su empresa sería imposible de realizar debido a que nunca llegaría a estar tan cerca del Presidente como para poder ejecutarla, pero su determinación era tan fuerte que llegué a pensar que se había vuelto loco de repente.
Entonces cambié de estrategia y le pregunté sobre su plan para acometer tan difícil y costosa tarea.
- Mira, -me dijo-, en primer lugar hay que presupuestar los gastos del plan y eso ya lo tengo estudiado y resuelto. He vendido las joyas que tenía y he conseguido hacerme con un pequeño capital que me permitirá llevarlo a cabo. Mi Omega de oro, mi Cartier Santos, mi pulsera de oro macizo mis cuadros y mi coche, me han reportado el suficiente dinero como para sufragar los gastos que me ocasionará mi Cruzada.
- ¿Cruzada?, -le dije yo-. En todo caso, suicidio.
- No pienso suicidarme, sino todo lo contrario. Es una buena acción. El Presidente Zapatero está llevando a nuestro país hacia un hoyo tan profundo que como no se le ponga freno a su egolatría, nos enterrará a nosotros y a nuestras generaciones futuras tan hondo que para salir del pozo acabaremos en una nueva Guerra Civil.
Prefiero perder yo la vida antes que ver que por culpa de un inepto, (que sólo piensa en él y en su nueva rama socialista), acabemos con lo que tanto costó levantar tras la dictadura.
- Pero hombre, -le dije-, deja que eso lo resolvamos los españoles en las urnas. Tan gilipollas no somos y las encuestas ya le dan por perdido en las próximas elecciones.
- No importa si pierde las próximas elecciones. Lo que importa es el poso que ha creado entre la sociedad. Se ha protegido para el futuro, creando su propia cadena de televisión, multiplicando por 4 los funcionarios que dependen del triunfo de su partido, fomentando una paridad ilegítima, que pretende decir que tiene que haber tantas mujeres como hombres en todas las esferas sociales, con el fin de ganar votos que sólo acarrean odio entre las personas. ¿No sabes lo que está pasando ahora mismo en todos los partidos con las mujeres?.
- No sé a lo que te refieres, -le dije-.
- Pues a que en todos los partidos políticos la afiliación de mujeres ha crecido en un 80%.
- ¿Y eso es malo?,- pregunté-. Nunca imaginé que fueras ni machista ni homófobo.
- Qué cojones machista, ni nada. Las mujeres que se están apuntando son hijas, sobrinas, queridas y amigas de los políticos de esos mismos partidos, para de esa manera seguir manejando los hilos con la excusa de esa paridad mal entendida. Si una mujer está preparada, tiene que salir adelante por su preparación, pero nunca para cumplir unas cuotas de poder. Lo mismo que un hombre. Por esa regla de tres, los equipos de fútbol tendrían que ser de 12 jugadores, 6 hombres y 6 mujeres y a los estadios tendrían que acudir la misma cantidad de varones y de hembras. Todo lo demás, será machismo y homofobia.
Aunque yo no podía darle la razón, estaba de acuerdo en la estupidez que acarreaba esa Ley e intenté rebajar el aplomo de su razonamiento.
- Pero de alguna manera habrá que empezar a darle a la mujer su sitio en la Sociedad, ¿no?.
- Pues empecemos por obligar a las empresas a contratar a mujeres albañiles, mujeres capitanas de barcos petroleros, mujeres carpinteras, porteadoras, etcétera.
Estoy seguro que muchos de esos oficios los harían tan bien o incluso mejor que muchos hombres. Pero lo cojonudo del caso es, que se ha empezado por incluir la paridad en la sociedad política. Pero no se obliga a que haya la misma cantidad de mujeres al frente de esas listas. Van en puestos secundarios. ¿Por qué?. Pues para acercar el voto femenino al Partido con la excusa de que son muy liberales. Es una forma más de manejar a las mujeres.
- Bueno, hombre, pero eso no es motivo para querer matar al Presidente del Gobierno. Te rebajarías al escalafón de terrorista, algo que siempre has repudiado.
Nadie se puede considerar con el derecho a ser Dios y eliminar vidas porque no piensen igual que él.
Intentaba yo rebatir sus argumentos y cuando pensaba que ya le tenía acorralado, me dijo:
- Todo eso ya lo he pensado y he llegado a la conclusión de que si eliminando a la cabeza se acaba con el fundamentalismo, habrá que hacer ese esfuerzo. Parece que los demás Partidos están pensando seguir la misma línea que Zapatero y eso no se puede consentir. En vez de trabajar en nuevas ideas para conseguir sacarnos del hoyo, se dedican a ponerse verdes entre unos y otros. Es la política del “Y tú, más”, que no lleva a ninguna parte y nos está haciendo perder un tiempo precioso. Muerto el perro, se acabó la rabia.
- ¿Y cómo piensas acabar con él?, -le dije-.
Esperaba que me confesara su plan y poder denunciarlo para que no le ocurriera nada malo a mi amigo. En el peor de los casos le meterían un par de años en un psiquiátrico y le quitarían su fobia.
- Eso no te lo puedo decir, porque te convertiría en cómplice y no quiero que nadie se vea perjudicado si me cogen. Pero no te preocupes, que no pretendo que haya daños colaterales. Ahora tengo que dejarte, porque he quedado con una persona que está interesada en comprarme el ordenador. Me cuesta desprenderme de mi “máquina”, pero tengo que comprarme un portátil y ya no voy a necesitar el de sobremesa, al menos durante un tiempo.
Mi amigo era un experto en informática y temas de electricidad y lo que él llamaba su “máquina” era un potente ordenador creado pieza a pieza por él mismo, el cual siempre estaba destripado, con todas las tripas al aire y con montones de cables enchufados que salían de la placa base para unirse con piezas cada vez más extrañas y novedosas.
Cuando parecía que ya tenía lo que quería, te llamaba para decirte:
- Oye, he encontrado una configuración que mejora el rendimiento del microprocesador en un 40%. Ahora el sistema operativo trabaja mucho más a gusto y el micro va a toda leche. Con 8 GB de memoria le puedes meter 6 procesos al mismo tiempo y ni se resiente. Ni cuello de botella ni nada. Una pasada.
El lenguaje de los informáticos es algo así como si te hablara un árabe de manera que creyese que le estás entendiendo perfectamente, aunque tú no te estés enterando de nada de lo que te dice, pero asientes con la cabeza para no dar la impresión de no estar en la “onda”.
Creo que todavía no he dicho cómo se llama mi amigo y será básico para mantener el hilo de la historia.
Su Nick o apodo en la Red era… Azazel.
(Fin del Capítulo I)
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