sábado, 24 de octubre de 2009

El Padre Ecónomo





En los conventos al que lleva las cuentas de la hermandad le llaman el Padre Ecónomo.
Y un convento es como una empresa, con sus gastos e ingresos, aunque no busque, (necesariamente), grandes beneficios económicos.

Hace unos 50 años, la Economía dentro de las pequeñas y medianas empresas era una cosa muy sencilla: se ponen dos ganchos y en uno se cuelgan las facturas que debes y en el otro, las que te deben.
Al finalizar el año miras los ganchos y sabes lo que has ganado o si por el contrario es mejor cerrar la empresa porque debes más de lo que generas.

Con éste tipo de "contabilidad" se forjaron miles de empresas pequeñas en España en los años 50.

Después llegaron las "letras de cambio", porque las empresas grandes pagaban de esa manera y poco a poco los demás se subieron al carro.
En aquellos tiempos nadie devolvía una letra. Era inmoral. Una catástrofe.

Debido a éste fenómeno, los bancos empezaron a ser parte importante en las empresas.
Si no podías esperar 3 meses a cobrar la letra, ibas a un banco, te adelantaba el dinero y te cobraba una comisión.

Así, grosso modo, las empresas en aquellos años funcionaban haciendo lo suyo: trabajar; y como no había casi impagados, todos contentos.

Los años 60 y primera mitad de los 70 fueron de puro trabajar, hasta que llegó la democracia y la inseguridad política hizo parpadear la bombilla de la pequeña y mediana empresa.

Después de comprobar hacia dónde queríamos ir y tras haberse capitalizado ya los distintos partidos a su nivel, los años 80 fueron muy productivos.

En el año 86 entramos en la UE y entonces volvieron los fantasmas.
Había trabajo, pero ahora había que cobrar impuestos y luego devolverlos a Hacienda.
Lo de los ganchos ya no valía y empezaron a entrar bancos, asesorías y abogados a resolver los nuevos condicionantes laborales.
El €uro nos hizo daño, pero los Fondos de Cohesión que nos inyectaron nuestros amigos europeos amasaron grandes fortunas pero también mejoraron las infraestructuras del país hasta ponernos a la par de los principales socios europeos.

Las empresas grandes, participadas en su gran mayoría por los bancos, empezaron a sacarse los pagos a 120 y 150 días fecha factura.
Si lo pensamos bien, era ideal, porque la empresa grande demoraba los pagos y sus accionistas banqueros ganaban más en las comisiones. Negocio redondo.

Empresas como Huarte, Ginés y Navarro, Hispano Alemana, Dragados y Construcciones, etc, etc ... realizaban obras faraónicas por todo el país, ampliando hospitales, construyendo carreteras e infraestructuras de todo tipo a través de los fondos FEDER de la UE.

El trabajo creció, al mismo tiempo que se fomentó al empresario "autónomo". Más competencia contra la pequeña empresa y hacia la mediana también.

A partir de aquí ya no existen aprendices en las empresas. La figura del Oficial y su Ayudante desaparece.
Ya no hay quien aprenda el oficio. Los centros de formación profesional se olvidan por falta de alumnos.

En los 90 se empezaron a hacer ya las letras a 180 días y el beneficio en la pequeña y mediana empresa empezó ya a caer tanto, que se trabajaba para pagar y punto.

Tras las olimpíadas de Barcelona 92 y la Expo de Sevilla, el caos fué monumental y la corrupción en estamentos públicos era tal, que para trabajar tenías que pagar de una manera u otra.

Desde gente que para ejercer de Psicólogo en un pueblo tenía que afiliarse a determinada unión de trabajadores, hasta empresas que tenían que entregar facturas en blanco para que otros las presentaran con su "comisión". Por supuesto, la cuota de afiliación te la descontaban mensualmente de la nómina. Por si te olvidabas de pagar.

Desde el año 95 hasta el 2000, aproximadamente,las pequeñas y medianas empresas malvivieron cambiando el dinero y con muy poco beneficio.

Pero entonces llegó el BOOM de las segundas viviendas. Las hipotecas a 30 y 40 años.
Los bancos te financiaban el 120% del valor real de la vivienda.
Aunque las empresas seguían manteniendo precios bajos, al haber más trabajo el volumen de facturación subía y era un poco más a echar en la canasta.

Fué el momento en el que gente como Bernard Madoff tomó las riendas de la Economía y llegó a estar postulado para el Nobel de Economía varias veces.
Aunque viendo el destinatario del último Nobel de la Paz y rabiando, tras confirmar que Vicente Ferrer no lo tiene, cualquiera puede ser el elegido. Hasta un terrorista declarado lo tiene : Arafat.

Pero sigamos diseccionando la Economía española, aunque sea con un cuchillo bonitero y en plan chapuza sangrienta.

Lo que toca ahora es volver a los orígenes, que según Gaudí era la definición de "originalidad". Nos toca volver a aprender que es mejor ganar "muchos pocos" que "pocos muchos", aunque si por la tele cada vez más te dicen que Belén Estébanez gana no sé cuantísimo y que Etó'o tiene 15 coches de alta gama porque los colecciona, ¿Quién cojones se pone a racionalizar precios?.
Las viviendas tienen que bajar, al menos un 50% para empezar a venderse. Lo saben todos. Pues el primero que lo haga, será un fenómeno. Venderá.

Cuando se funden metales, a las impurezas que llevan se les llama escoria.

Ahora que todos los inteligentes y los "listos" están en la empresa privada ganando Bonus y grandes sueldos, lo que nos ha quedado es la escoria.

Yo veo esto como si fuera un gran tornillo de acero inoxidable con una gran tuerca que ha ido bajando y bajando y a la cual le quedan sólo cuatro vueltas para llegar al tope. Cuando llegue al tope, ya no hay hacia dónde apretar. Ahora lo que tenemos que hacer es quitar vueltas a la tuerca, para poder respirar más y mejor.

Pero claro, si el que tiene la llave inglesa no sabe utilizarla porque nunca ha visto ninguna y el que le tiene que asesorar sabe menos que él, o cambiamos de operarios o la factura nos saldrá por "la torta de un pan".

Las últimas cifras indican que empezamos el año con una deuda del 35% del PIB y que estamos pensando acabar el año con un 65%.

Para gente como yo, que sean "cortitos de entendederas", esto significa:

El PIB es todo lo que se produde dentro de un país.
Si resulta que el 35% de ese producto lo tenemos gastado, nuestra Economía se mueve con el resto.

Pero si resulta que gastamos ya el 65% de lo que producimos, ya me dirán de qué vamos a comer.

Cuando esto ocurre, como en las economías del Tercer Mundo, lo que aflora es la economía sumergida entre la población.

Y aunque de eso ya tenemos y mucho, los próximos años nos vamos a Doctorar.

Es todo una locura.

Resulta que cuando nos enteramos de que RTVE no va a tener ingresos por publicidad, al otro día se descubre que el segundo de a bordo de MEDIAPRO, (LA Sexta, GOL Televisión), es el marido de la ministra de las "Operaciones_de_Pacificación_con_mandato_de_la_ONU_que_tienen_muertos_pero_que_no_son_guerras" y ha sido hasta ahora el Jefe de Comunicación de Zapatero, el tal Miguel Barroso.

La misma táctica que la de ampliar las letras:

"Te quito un competidor por la publicidad y algo te caerá a ti". Brillante.

Y mientras tanto, pasando la estúpida crisis, (que no era crisis), pero sin trabajo, sin espectativas, sin ayudas y ni falta que nos hacen.
Lo que nos hace falta es trabajar, que es un Derecho Fundamental y que nuestro Gobierno, sea quien sea, tiene la OBLIGACIÓN de fomentar.

Reestructurar el mercado laboral, que está hecho una mierda, con revisión de los malditos contratos temporales de 5 años renovando cada 6 meses.
Fomentar la unión entre autónomos para que no se mueran de hambre.
Sacar al mercado las viviendas que hay paradas.
Dinamizar la construcción, que es el motor del 70% de la Economía.
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Se pueden y deben hacer tantas cosas que no se hacen, que lo que está muy claro es que sobramos muchos.

¿Habrá que ir a ganarse los garbanzos a otra parte?.

Creo que sí.


Saludos.



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